Ante todo quiero decir que soy sevillana…y me encanta. La fiesta que mas disfruto es mi Semana Santa, tiempo en el cual se concentran todas mis tradiciones familiares, el que mi padre me vista de nazarena un Domingo de Ramos brillante y que sea el el que me quite el antifaz destapándome la cara cuando mi penitencia a terminado, o la reunión familiar del Viernes Santo donde mi abuela nos insiste en guardar vigilia para después seguir al Cachorro de Triana. Son sentimientos que no resurgen en ningún otro momento del año. Creo que no hay nada más bonito que mirar a las hermandades de tu ciudad y sentirte orgullosa de tenerlas en la calle y ver el resto de ciudades celebrando su Semana Santa y te gusta verlas y aprender de otras costumbres, pero al final siempre se te viene el mismo pensamiento y la misma conclusión, que es…si, pero Sevilla es Sevilla.
No por ello pienso que mi Semana Santa sea la mejor, ni la más visitada o la más admirada, pero creo que tengo el derecho de pensar que ésta Semana Santa que yo vivo es, para mí la mejor ya que mis primeros pasos de pequeña fue en la capilla de Molviedro bajo la mirada de mi Cristo Jesús Despojado de sus vestiduras que hizo que ante la distracción de mis padres fuera andando de banco en banco hasta el altar.
Espero que ya sea en Sevilla, en Granada o en cualquier rincón tengáis la suerte de sentir lo que yo siento en Semana Santa.Rocío Vargas Gómez
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