Te espero en el más allá..

Hola amiga mía, vengo a proponerte una cosa, que te parece si hacemos que mañana es el ultimo día de mi vida, y quiero vivir esos momentos que se dicen de los que recuerdas toda tu vida en minutos, extrañas a los que están y no ves, a los que se fueron, a los que no volviste a ver y los que pasan y pasan los años, siempre están... ¿te apetece?, Venga empiezo yo.

jajaja, Me rio cuando recuerdo, aquel soleado día, en el que me enseñaste a patinar, que frenaba abriendo las piernas, y me recogías de mis caídas en el suelo, que ya pasando de ser un aprendiz, termine siendo un aficionado y nos íbamos al Harper, que había en el parque de al lado de el de los ejercicios, por que era así como lo llamábamos no ? jajja, espera, espera, no, quizás fuera mejor la casa "embrujada" de Maruja! esos intrépidos, valientes y curiosos críos que no levantan un palmo del suelo, colándose en casa ajena en busca de Espíritus como si caza-fantasmas se tratase, que nada mas llegar a la puerta, se les vino el temor a los pies, cuando leyeron la cerámica típica de cualquier casa de la pos-guerra, que decía, "que dios Bendiga cada rincón de está casa", pero claro la vergüenza a ser el cobardíca de la pandilla hizo que entráramos!, y al escuchar esas escaleras chirriar, no estuvimos mas de media hora.. te acuerdas? que tiempos...

No, no me arrepiento querida Ana, no, volvería a nacer, volvería a irme a esa calle, Navarra 19 4º A, lástima que el tiempo y la sociedad, acabará con la ultima generación que jugaba entre chinos, y hoyos e interrupidas rayuelas con el tránsito de los coches, o ese fútbol resonando en las porterías apañadas con los portones de las cocheras de los vecinos, hasta que salia tu madre, "niños iros a jugar a vuestra puerta que estamos durmiendo..." jaja esas tarde de sobremesa, a las 4 de la tarde esperando al timbre, tu amigo te llama, con balón en mano, y a la pared a golpear, y a ver si te acuerdas quien nos Regañaba en mi puerta? efectivamente, "La pepita", esa que daba caramelos por mandaos jajaja

También bien recordarás ese día en el que nos fuimos de avispados ladrones, a robar panochas, que trastadas!! aunque no sería ni la primera ni la ultima, ya que la siguiente victima fue una discoteca pastillera, llamada Copera por que los "mocosos" se dedicaron a llevarse las gomas, para ponerlas cruzadas en la calle... jajaja que nos duro lo que tardo en pasar un coche.. jaja aun recuerdo aquel anillo que se te quedo pegado en la mano de aquel chino con la "fany", si no se te daba bien coger cosas!! jajaja que luego guardas un remordimiento...

Que grandes personas, se criaron allí, unas escogieron un camino, otras se equivocaron de senda... pero grandes recuerdos, Ana, la veterinaria del futuro, que acabo siendo Maestra, Fany la elegante modelo, ama de casa, atendiendo a su hijo, Noelia, una que cumplió su sueño futbolista, en el Sevilla FC Femenino, y su hermano Relaciones publicas de una discoteca, y yo ? aún por definir... jajaja pues no, no me arrepiento...

Esa calle era mas que una vía de transito con 4 portales, son los valores, la amistad, la humildad, la honestidad, la que hoy día nos lleno de principios... todo...

Pero no toda mi vida contigo se resume en esa calle... luego pasamos de un salto de la infancia inocente, a la adolescencia difícil, y los amores, los estudios, los trabajos y los horarios de unos padres preocupados... esas tantas y tantas noches en un bordillo de tu casa-puerta, o en un rincón de tu tienda... donde nos confesábamos nuestros problemas, nos alentábamos a solucionarlos y nos desahogábamos... que importante eran esas palabras, que falta hacen en esos momentos, y luego el parking, benévolo trabajo que nos permitía pasar noches enteras arreglando el mundo y por supuesto nuestras vidas. Esos helados de un mcdonal 24 horas... y esas pizzas de Pedro Antonio...

Después de toda está introducción, anita, amiga, inseparable compañera de aventuras, te doy las Gracias, por estar, en toda está mi vida hasta ahora, por saber que decirme, cuando mi llanto machacaba mi hombría, por hacer de mi mejor persona, por darme ese abrazo que sin pedirlo se adivina, por prohibirme no ser feliz, por nunca negarme un rato de amistad, por estar en las malas, por... tantas y tantas cosas... que hoy aún en el último día de esta efímera vida... no se como agradecerte... lo único que pido, que si hay otra vida... por favor, estés en ella. Gracias.