Huele a romero recién cortado… al jazmín del Carmen de Amaparito, al agua que discurre por la Alhambra entre verde y rayos de sol dorados… Huele a vega recién “florecía”, a choperas que dibujan el viento … a geranios de la cuesta del Chapíz y a lirios rocíen cortados…. Y es por eso que en primavera… huele a Semana Santa en Granada.
Mariquilla, la de la “calle Jueves”, prepara su vestido de mantilla… y guarda celosamente el delicado tul bordado, pues cubrirá su cabello azabache en la penitencia del Jueves Santo…, Cuatro Padres Nuestros y diez Aves Marías…. Mariquilla reza a su Virgen subiendo la Calderería , el rosario es desgastado de la oración, heredado por sus ancestros hasta hoy día con la misma devoción…. Cuatro Padres Nuestros y diez Aves Marías para acompañar la desconsolada pena de María.
Felipe se afana en ese balcón de preciosa forja, delicadamente engalanado con flor de pato y colgaduras rojas, balcón de gusto cofrade y de castiza hermosura, escenario de saetas con desgarro llenas de requiebros y florituras… pues canta Curro, que el señor esta pasando…. Que la noche nos cobija en esta jornada de Jueves Santo.
Los granadinos viven la primavera, con la vega recién “florecía” ya es Semana Santa… y se encoge hasta el alma mía, pues Jesús estará aún más presente, acompañado de su Santa Madre… la Virgen María.
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